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miércoles, 18 de febrero de 2015
viernes, 13 de febrero de 2015
SISTEMA RESPIRATORIO
El Sistema Respiratorio
El Sistema Respiratorio es el sistema de nuestro cuerpo que
lleva el aire (oxígeno) que respiramos hacia nuestro interior para hacer
posible el crecimiento y la actividad.
La respiración es el proceso por el cual ingresamos aire (que
contiene oxígeno) a nuestro organismo y sacamos de él aire rico en dióxido de
carbono. Un ser vivo puede estar varias horas sin comer, dormir o tomar agua,
pero no puede dejar de respirar más de tres minutos. Esto gráfica la importancia de la respiración para nuestra vida.
El
sistema respiratorio de los seres humanos está formado por:
Las vías respiratorias:
son las fosas nasales, la faringe,
la laringe, la tráquea, los bronquios y los bronquiolos. La boca también es, un órgano por
donde entra y sale el aire durante la respiración.
Las Fosas Nasales
Son dos cavidades situadas encima de
la boca. Se abren al exterior por los orificios de la nariz (donde reside
el sentido del olfato) y se comunican con la faringe por la parte
posterior. En el interior de las fosas nasales se encuentra la membrana
pituitaria, que calienta y humedece el aire que inspiramos. De este modo, se
evita que el aire reseque la garganta, o que llegue muy frío hasta los
pulmones, lo que podría producir enfermedades. No confundir esta membrana
pituitaria con la glándula pituitaria o hipófisis.
La Faringe
Se encuentra a continuación de las
fosas nasales y de la boca. Forma parte también del sistema
digestivo. A través de ella pasan el alimento que ingerimos y el aire que
respiramos. Tubo musculoso situado en el cuello y revestido de membrana mucosa
que conecta la nariz y la boca con la tráquea y el esófago y por el que pasan
tanto el aire como los alimentos.
En el hombre mide unos 13 cm y queda
delante de la columna vertebral. Alberga las amígdalas y, en los niños, los
ganglios adenoides. Como arranca de la parte posterior de la cavidad nasal, su
extremo más alto se llama nasofaringe. La inferior u oro faringe ocupa la zona
posterior de la boca. Termina en la epiglotis, un pliegue cartilaginoso que
impide la entrada de alimentos en la tráquea, pero no obstaculiza su paso al
esófago. Las llamadas trompas de Eustaquio comunican la faringe con el oído
medio y equilibran la presión del aire a ambos lados del tímpano.
La Laringe
Está situada en el comienzo de la
tráquea. Cámara hueca en la que se produce la voz; en mamíferos y
anfibios se encuentra en la parte frontal o superior de la tráquea. En los
mamíferos une la porción inferior de la faringe con la tráquea y ocupa una
posición frontal o ventral en relación con el esófago, por detrás de la piel y
el tejido conectivo de la garganta. La laringe está sujeta por medio de
ligamentos al hueso hioides, situado en la base de la lengua.
El bastidor esquelético de la laringe es un
conjunto de tres grandes estructuras cartilaginosas —epiglotis,
cartílago tiroides y cartílago cricoides— y varios pares de
pequeños cartílagos, los más importantes de ellos son los llamados carotinoides.
La epiglotis es un cartílago ancho situado por
delante del tiroides que se extiende hasta la parte superior de éste.
Por
lo general, la epiglotis está orientada hacia arriba, pero cuando sustancias
sólidas o líquidas pasan desde la boca hacia el esófago, la epiglotis se pliega
hacia abajo sobre la glotis, apertura que existe entre las cuerdas vocales,
para evitar que la comida entre en la tráquea.
La Tráquea
Es un conducto de unos doce
centímetros de longitud. Se extiende entre la laringe y los bronquios, y
se sitúa por delante del esófago. La tráquea está formada por numerosos
hemianillos cartilaginosos, abiertos por su parte dorsal, que es adyacente al
esófago. Estos anillos se distribuyen unos sobre otros y están unidos por
tejido muscular y fibroso. En el ser humano, la tráquea tiene una longitud de
10 cm y 2,5 cm de diámetro. Su superficie interna está revestida por una
membrana mucosa ciliada.
Los Bronquios
Son los dos
tubos en que se divide la tráquea. Penetran en los pulmones, donde se
ramifican una multitud de veces, hasta llegar a formar los bronquiolos. Conducen el aire desde la
tráquea a los alveolos pulmonares. Los bronquios son tubos con
ramificaciones progresivas arboriformes (25 divisiones en el hombre) y diámetro
decreciente, cuya pared está formada por cartílagos y capas muscular, elástica
y mucosa.
Al
disminuir el diámetro pierden los cartílagos, adelgazando las capas muscular y
elástica. Como los bronquios son la continuación de la parte
conductora del aire que van desde la tráquea hasta los alveolos, en primer lugar se
ramifica en dos
bronquios principales, uno derecho (que se introduce en el pulmón derecho de forma bastante vertical) y otro izquierdo (con una penetración en el pulmón izquierdo más
horizontal, ya que hay el corazón en este lado y por tanto no puede
descender tanto).
Los
bronquios principales son histológicamente muy similares a la tráquea. A
continuación aparecen los bronquios lobares primarios (3 en el pulmón derecho y
2 en el izquierdo).
Estos
bronquios ya no tienen un cartílago continuo aunque las placas forman un
anillo. A continuación vienen los bronquios secundarios y el terciario y
finalmente los respiratorios los cuales acaban en los sacos alveolares, lugar
donde se realiza la respiración o intercambio gaseoso entre la sangre y el aire
inspirado.
Los Pulmones
Son órganos pares situados
en la cavidad torácica que llevan a cabo la respiración. Están presentes en
mamíferos, aves y reptiles. Muchos anfibios y algunos peces también presentan
pulmones.
Parecidos a un par de esponjas,
forman uno de los órganos más grandes de tu cuerpo. Su función esencial,
compartida con el sistema circulatorio, es la distribución de oxígeno y el
intercambio de gases. Tienen la capacidad de aumentar de tamaño cada vez que
inspiras y de volver a su tamaño normal cuando el aire es expulsado.
En los seres humanos se
localizan en la cavidad torácica, limitada por arriba por el cuello y por
debajo por el diafragma, un músculo con forma de cúpula que separa esta cavidad
de la abdominal. Los pulmones de los recién nacidos son de color rosado
mientras que los de las personas adultas presentan distintas manchas grisáceas
como consecuencia de las pequeñas partículas de polvo presentes en la
atmósfera, que acceden a los pulmones con el aire inspirado.
El pulmón derecho es más grande que el
izquierdo. Esto, porque está dividido en tres lóbulos -superior, medio e inferior- y el izquierdo solamente en dos – superior e inferior.
Dentro de los pulmones, los bronquios se
subdividen en bronquiolos,
que dan lugar a los conductos alveolares; éstos
terminan en unos saquitos llamados alvéolos que están rodeados de una tupida red
de capilares sanguíneos. La superficie alveolar total es de 93 m2, casi 50 veces el área de la piel. Cada pulmón tiene entre 300 y 400 millones de alvéolos.
En el ser humano adulto
cada pulmón mide entre 25 y 30 cm de
largo y tiene una forma más o menos cónica. Estos dos
órganos están separados por una estructura denominada mediastino,
que encierra el corazón, la tráquea,
el timo, el esófago y vasos sanguíneos.
El
pulmón está recubierto por una membrana serosa que presenta dos hojas, una
llamada pleura pulmonar o
visceral, que se adhiere a los pulmones; la otra, está separada de
la pleura parietal —una
membrana similar situada en la pared de la cavidad torácica— por un fluido
lubricante y que tapiza el interior de la cavidad torácica.
Estas dos capas se
encuentran en contacto, deslizándose un sobre otra cuando tus pulmones se
dilatan o contraen. Entre ellas se encuentra la cavidad pleural, que se encarga
de almacenar una pequeña cantidad de líquido, cumpliendo una función
lubricadora. Pero la misión principal de la membrana pleural es evitar que tus
pulmones rocen directamente con la pared interna de la cavidad torácica,
manteniendo una presión negativa que impide el colapso de los pulmones.
Los Alvéolos
Son considerados la Unidad Funcional del Pulmón, y
son sacos terminales del aparato respiratorio en el que se realiza el intercambio de gases entre la
sangre y el aire respirado.
Cada alvéolo está envuelto por una tupida
red de capilares ínterconectados entre sí. El revestimiento interno de los alvéolos está compuesto por neumocitos
tipo I, aplanados, a través de los que se produce el intercambio de gases, y neumocitos
tipo II, redondeados, que fabrican el surfactante pulmonar (sustancia que disminuye la tensión
superficial de la interfaz aire-líquido facilitando la expansión alveolar).
Las paredes de separación entre alvéolos presentan
intercomunicaciones (poros de Kohn), abundantes fibras elásticas (responsables
de la contracción pulmonar durante la espiración) y macrófagos encargados de la
primera barrera de defensa inmune.
Cuando los alvéolos se llenan con el aire inhalado, el oxígeno se
difunde hacia la sangre de los capilares, que es bombeada por
el corazón hasta los tejidos del cuerpo. El dióxido de carbono se difunde desde la sangre
a los pulmones, desde
donde es exhalado.
Diafragma
Es un músculo extenso que
separa la cavidad torácica de la abdominal. En los seres humanos el diafragma
está unido a las vértebras lumbares,
a las costillas inferiores y al esternón. Las tres principales
aberturas del diafragma permiten el paso del esófago, la aorta, los nervios, y los vasos linfáticos y torácicos.
El diafragma de los seres humanos es de forma
elíptica y aspecto rugoso. Está inclinado hacia arriba, más elevado
en la parte anterior que en la posterior y tiene forma de bóveda cuando está
relajado.
La respiración está asistida por la
contracción y distensión de este músculo. Durante la inspiración se contrae y
al estirarse aumenta la capacidad del tórax; entonces, el aire tiende a entrar
en los pulmones para compensar el vacío creado. Cuando se relaja, el aire se
expulsa.
Además, al contraerse ejerce
presión sobre el abdomen, y de esta manera ayuda al estómago a realizar la
digestión. Las contracciones espasmódicas
involuntarias del diafragma originan el hipo.
¿Y CÓMO
RESPIRAMOS?
El proceso de respiración consiste de un juego de INSPIRACIÓN
(entrada de aire, oxígeno) y de ESPIRACIÓN (salida de aire, bióxido de
carbono). Este proceso depende en gran manera del trabajo del diafragma.
Inspiración
Cuando el diafragma se contrae y se mueve hacia abajo, los
músculos pectorales menores y los intercostales presionan las costillas hacia
fuera. La cavidad torácica se expande y el aire entra con rapidez en los
pulmones a través de la tráquea para llenar el vacío resultante.
Espiración
Cuando el diafragma se relaja, adopta su posición normal,
curvado hacia arriba; entonces los pulmones se contraen y el aire se expele.
Enfermedades respiratorias
¿Qué son las enfermedades respiratorias crónicas?
Son enfermedades crónicas que comprometen al pulmón y/o a las
vías respiratorias. Dentro de ellas se encuentra el asma, la enfermedad
pulmonar obstructiva crónica la rinitis alérgica, las enfermedades pulmonares
de origen laboral y la hipersensible pulmonar.
¿Cuáles son sus causas?
Los factores de riesgo más importantes son los siguientes:
• Fumar
• Contaminación del
aire en espacios cerrados, por ejemplo la exposición pasiva al humo de tabaco.
• Contaminación
ambiental
• Exposición a alérgicos
• Inhalación de
polvo y productos químicos en el medio laboral
• Antecedentes familiares
de asma u otras alergias.
¿Cómo se presenta?
La tos persistente, la falta de aire (disnea) y las
secreciones respiratorias son los síntomas más frecuentes, cuya intensidad
varía de una persona a otra, de acuerdo a la enfermedad en cuestión, su grado
se severidad y tiempo de evolución.
¿Cómo puede prevenirse?
No fumar y evitar la exposición pasiva al humo de tabaco, son
las medidas más efectivas para prevenir el desarrollo de enfermedades, y
reducir los síntomas y complicaciones una vez que la enfermedad ya está
instalada. Por otro lado, deben tomarse las medidas necesarias para proteger a
los trabajadores con riesgo de exposición a polvo y productos químicos.
Las personas que tienen síntomas persistentes de tos, silbidos
o ronroneos en el pecho o falta de aire deben consultar al médico porque el
tratamiento puede evitar que la enfermedad progrese.
Si no fuma no inicie
Si fuma abandone definitivamente.
Proteja a los suyos: declare su casa y automóvil libre de humo
de tabaco.
Si bien todos estamos
expuestos a este tipo de enfermedades, existen grupos más vulnerables como
lo son:
+ Niños menores de cinco años.
+ Adultos mayores.
+ Pacientes con enfermedades crónicas cuyo sistema inmune está
debilitado, tal es el caso de personas que padecen diabetes
o hipertensión.
Unos de los Tipos de
enfermedades respiratorias más comunes son:
Gripa o resfriado común: Son infecciones
respiratorias virales auto limitadas. Por
lo regular tienen una duración de entre 3 y 5 días y el cuerpo se encarga de
combatirla y curarla de forma espontánea. Si existen muchos síntomas o
molestias se manda medicamento. Se manifiesta por dolor de garganta, fiebre,
estornudos, tos, malestar general y obstrucción nasal.
Faringitis: Infección en la garganta que puede ser de tipo viral
o bacteriana, en este último
caso se requiere el uso de antibiótico. Si no se usa el medicamento adecuado,
puede existir resistencia.
Amigdalitis: Las amígdalas o ganglios linfáticos se
encuentran en la parte superior de la boca y arriba de la garganta. Normalmente
ayudan a eliminar gérmenes y bacterias, pero cuando existe infección
(viral o bacteriana) ocasiona síntomas como dificultad
para deglutir, dolor de oído, fiebre, dolor de cabeza y de
garganta.
Traqueítis: Infección bacteriana de la tráquea que suele presentarse más en niños
pequeños.
Bronquitis: Inflamación de los bronquios, las vías aéreas principales hacia los pulmones.
Esta hinchazón estrecha las vías respiratorias por lo que dificulta la
respiración. Casi siempre sigue
después de un resfriado o
infección pseudogripal. Es causada por virus.
Rinitis: Inflamación del revestimiento mucoso de la nariz.
Sus síntomas incluyen estornudo, picor nasal, congestión nasal y secreción postnatal.
Según su causa puede ser alérgica, infecciosa (por virus o bacterias), por mal uso
de medicamentos vaso constrictores nasales,
por uso de antidepresivos, por embarazo o
problemas hormonales (hipertiroidismo), por frío o ambiente
húmedo o física (tabique desviado, tumores o cuerpos
extraños).
Pulmonía o
neumonía: Inflamación de
los espacios alveolares de los pulmones. Suele ser de tipo infeccioso y se
trata de una condición muy seria que frecuentemente requiere
hospitalización.
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